domingo, 13 de julio de 2008

Shirín Ebadí


Shirín Ebadí
Primera mujer musulmana que obtiene el Premio Nobel de la Paz


LIBERTAD. Que vivas donde quieras, que escribas lo que pienses, que te vistas como desees, que puedas amar a quien ames y que te dejen elegir la religión que te ilumina. La libertad sólo tiene una frontera, la del respeto a los otros.


CORAJE. Ser lo suficientemente valiente como para hacer realidad y llevar a la práctica lo que se desea. Supone que, cuando uno envejece, no lo lamenta ni piensa de sí mismo: ¡ojalá hubiera hecho esto o aquello cuando era joven!


MACHISMO. ¿Ha pensado alguna vez a qué se debe que en los países orientales se considere muy inmoral que una chica mantenga relaciones sexuales antes de casarse, pero que si las mantienen los chicos sea una cuestión de orgullo y honor para ellos? ¿Se ha puesto alguna vez a pensar en porqué las mujeres siempre atienden las labores del hogar como cocinar y limpiar, como si formase parte de su naturaleza, mientras que, si un hombre ayuda, parece como si le hiciese un regalo a su mujer?


ISLAM. El islam lo es todo para mi, pero el islam en el que yo creo, no el que es impuesto por la opresión o la tiranía. El islam es lo que siempre me ha acompañado en cualquier momento de mi existencia. Islam es un camino hacia Dios, pero no es el único.

por Georgina Higueras

sábado, 5 de julio de 2008

Tennessee Williams


Entre sus mejores obras destacan “Un tranvía llamado deseo” (1947), “Verano y humo” (1948), “La rosa tatuada” (1951), “De repente, el último verano” (1950), “La gata sobre el tejado de zinc caliente” (1955) o “Dulce pájaro de juventud” (1959).
Por “Un tranvía llamado deseo” y “La gata sobre el tejado de zinc caliente” Tennessee Williams lograría ganar sendos premios Pulitzer.
En 1947 Williams, cuya homosexualidad fue destapada en su libro “Memorias” (1975), conoció y se enamoró de Frank Merlo. Merlo moriría de cáncer en 1961, sumiendo al escritor en una profunda depresión de la que jamás se recuperaría mentalmente, declive físico y mental agrandado por su adicción a las drogas y el alcohol y su tendencia a sufrir ataques de pánico.
A partir de los años 60 sus trabajos escénicos le reportaron menos éxito que sus títulos precedentes. Algunas de sus obras a partir de está década fueron “La noche de la iguana” (1962), “El tren lechero ya no para aquí” (1964) o “En el bar de un hotel de Tokio” (1972).



AMISTAD. Pero ¡qué palabra tan poco sonora (friendship) para lo que, a su debido tiempo, pasa a convertirse en el elemento más importante de la vida! Encuentro mucho más atractivo el nombre que los franceses dan a ese profundo sentimiento, sin duda profundo porque va más allá y existe al margen de la devoción física. La palabra en cuestión, amitié, abarca un espectro más amplio y tiene probablemente mayor hondura. Desde luego es un sentimiento delicado y naturalmente frágil, y ni qué decir tiene que no hay que descuidarlo.
(Memorias)


AMOR. Lo que llamamos amor y entendemos como tal es un concepto turbio, y lo es en varios sentidos. En lo personal, y con contadísimas excepciones, me temo que ha agotado más que henchido el depósito de mis emociones, y en más de un caso han conllevado también la suciedad y la vileza.
(Memorias)

Selección de Winston Manrique Sabogal