domingo, 17 de agosto de 2008

Jeanne Moreau




Jeanne Moreau, actriz


Siempre me ha resultado una mujer triste, quizá por la personalidad de los personajes que interpreta. La recuerdo en una película con Depardieu, aquí titulada "Los rompepelotas", una mujer derrotada que cae en la trama de dos macarras. Pero para eso están las entrevistas: puedes descubrir la verdadera personalidad de alguien, hasta donde quiera dejarse "ver" o el lector sepa "entrever". Ha participado en casi un centenar de películas. Estas son algunas de las más celebradas:


"Con los años me he vuelto más generosa. Cuando eres joven te aferras al ego porque te sientes frágil pero, con el tiempo, adquieres flexibilidad. Comprendo mejor la naturaleza del otro. Y físicamente... ¿porqué hablar de la esclerosis? Hay algo más en el cuerpo; ante todo vivimos entre certezas y misterios. Yo nunca he detestado envejecer; es ineluctable. Amo el destino."


"Hay en mí un profundo laissez-aller, un profundo abandono. François Truffaut repetía una frase de Cocteau que siempre me ha gustado: “La contradicción es un lujo”. Podemos tomar decisiones y cambiarlas."


"La vida está hecha para progresar, aunque resulte duro, y cuando es muy larga, como la mía -yo no lo había previsto-, me digo que debe haber una razón. Nunca hay que dejarse llevar por lo convencional; es el gran peligro de todo ser viviente. He tenido una vida aventurera y no he buscado la fortuna ni la estabilidad. Nunca las necesité para sentirme segura, lo que no quiere decir que no haya vivido momentos de angustia, pero comprendí muy pronto que nada de eso tenía importancia. Es una actitud un poco mística y pagana... Con el paso de los años veo como la gente se estanca. Es la muerte antes de la muerte. Hay gente que resiste mal."


"Viví siempre más como un hombre, en el sentido de ser muy libre para mi época, pero lo pagué aprendiendo a transformar la soledad severa en un privilegio, en una riqueza. En cierta forma he sido un poco marginal; estar del lado de la minoría que expresa la verdad es mi naturaleza. Pero he tenido mucha suerte: he sido una insumisa y, pese a ello, aceptada por los demás."


por Cristina Carrillo de Albornoz