viernes, 26 de octubre de 2012

Liz Greene



del libro “Astrología de las relaciones”

El comportamiento masoquista es una manera de asumirla omnipotencia haciendo que los demás se sientan culpables e impotentes. Y también una forma de asumir el control mediante el hecho de hacerse más daño a uno mismo del que puedan hacerle los demás. Para el masoquista es importante contrarrestar los intentos de ayudarle (del terapeuta, por ejemplo) porque así puede mantener la ilusión de que es lo bastante poderoso para rechazar a los demás. Cuando un terapeuta trata con un cliente de esta clase ven sus propios sentimientos de desvalimiento e impotencia como una contra-transferencia, es decir, el cliente quiere conseguir que el terapeuta sienta la impotencia que él mismo no quiere sentir. Para el terapeuta puede terminar siendo éste tipo de encuentros un motivo de grave pérdida de confianza en sí mismo.

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